Mitos del alcohol parte 1
Hace tiempo ya habíamos publicado un artículo con datos curiosos del mundo en relación con el alcohol y en esta ocasión te presentamos una selección de mitos del alcohol que seguramente alguna vez escuchaste, esta es la primera parte así que estén atentos para la segunda y tercera parte.
Mito 1: Las burbujas de champaña hacen que te sientas más borracho
Realidad: Cierto, el alcohol viaja a través del torrente sanguíneo, atraviesa el estómago y pasa por la válvula del píloro hacia los intestinos. La concentración de alcohol en la sangre en realidad es más alta debido a las burbujas. Las burbujas abren la válvula y mueven el alcohol rápidamente a través de la sangre, haciendo que te sientas ebrio en menos tiempo.
Mito 2: Pierdes tus inhibiciones después de unos cuantos tragos
Realidad: Cierto, ¿por qué razón la gente le dice “la encueratriz del vino” a Zinfadel? El alcohol relaja tu mente y los vasos sanguíneos. Prueba un trago de vodka para hacer más marcados los efectos afrodisíacos del caviar.
Mito 3: El vino es la única bebida “buena” para tu corazón
Realidad: Falso, la cerveza está al mismo nivel que una aspirina, el control de peso y ejercicio, en el combate de las enfermedades cardiovasculares. Se calcula que 3 vasos (30 g) de cerveza reducen un 25% el riesgo de una enfermedad del corazón. Una cerveza al día contribuye a incrementar el colesterol “bueno” o HDL hasta en un $5, y además reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Mito 4: Mi panza chelera me salió por beber
Realidad: Falso, el vientre abultado es por la grasa, no por la cerveza. A diferencia de los carbohidratos, el alcohol no se almacena directamente como grasa. La cerveza no contiene grasa. No tiene grasa saturada, ni grasas Omega 3. Ni siquiera tiene azúcar. De hecho, la cerveza es un 93% agua.
Mito 5: A la mañana siguiente me siento muy deshidratado
Realidad: Cierto, las bebidas carbonatadas pueden provocar que se te inflame el estómago y eso evita que tomes líquidos suficientes para rehidratarte. Para colmo, y dado que la cerveza y el vino son diuréticos, orinas con más frecuencia.
Mito 6: Después de tomar licor se te da por ser peleonero
Realidad: Cierto, la bebida desencadena una gran variedad de emociones. Una persona de pronto puede enojarse o ponerse violento, o deprimida y muy tranquila, o feliz y amorosa. Al mismo tiempo, el alcohol puede disminuir nuestro juicio y acabar con el control de nosotros mismos. El abuso al beber está muy relacionado con la violencia.